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domingo, 23 de diciembre de 2012

Serie de Retratos: Retrato 3


Círculos y sombras
rojos y penumbras
los hilos que anteceden a mi telar
cantan las oscuras melodías
de las muertes sin altar.

autora: Gabriela Montiel

miércoles, 10 de octubre de 2012

Mensaje







No quiero engullirte
ni empujarte.
tampoco deseo hundirte
ni apretujarte,
no anhelo destruirte
ni desdibujarte.


Lo único que quiero es sentirte, y habitarte. 

G.H Kame

martes, 18 de septiembre de 2012

En rojo penumbra






El cuerpo se me esfumaba lentamente,
La noción de quietud se quebrantó
Mis pasos se detuvieron
Recelosos de sus intentos de acceso
De interés
De inundación.

Mi piel se erizó
El vientre se congeló por unos segundos
Y mientras el tiempo transcurría
Mi mente desarrollaba
Una nueva ficción.

Iluminación roja en la escena…

G. H. Kame

lunes, 23 de julio de 2012

Latidos que no se silencian




Si lo único que te resulta recetarme
es el silencio
si lo que deseas que yo avale
es el olvido
si tu estrategia para doblegarme
es inyectarme
te advierto que mi respuesta
nace de lo opuesto a tu propuesta
que mis sentidos
caminan en dirección contraria a tus pedidos
y que mi memoria
está más que viva que nunca
que desde mi cuerpo te grito
¡Yo no olvido!

KAME 2012

miércoles, 11 de julio de 2012

Escenas



Mis manos
inclementes
tu cuerpo
silencioso
mis piernas
insolentes
tus manos, 
poco pacientes.

sin haber empezado
ya tu esencia se ha tornado elocuente. 

KAME 2012

sábado, 16 de junio de 2012

Toma 1


                                                                     G. Montiel

Silencios

              Murmullos

                               Susurros

                                              Buena Compañía.


KAME 2012



Estación Incertidumbre




Te interrogo,
Ignorando la magnitud de tu malicia
De tu trampa
De tu mentira.

Me acerco a tu cuerpo,
Marcado por el tiempo
Por el daño
Por el silencio.

Te veo
A través de tu doble intención
Y es cuando entiendo;
debo empezar a correr. 

Gabriela Kame 2012

lunes, 4 de junio de 2012

Me doy cuenta




                                                                     G. Montiel

Ayer rompí el silencio. Claro que lo hice. Pero la manera en que lo hice no me gustó, me hizo sentir rechazo y confusión. Es una parte de mí que me disgusta, aunque no la odio.

Es como un estado.

Cuando inicia, siento una ola de calor que recorre todo mi cuerpo. Ese calor en realidad he ido aprendiendo que es energía que está latente en mí ser y que existen indicios, situaciones o palabras que funcionan como botones de encendido/apagado. Es así como todo empieza a subir, a mi cabeza. Sube hasta explotar…

Cabe señalar que nunca he llegado no a la mitad de la potencia que se puedo alcanzar con ese estado….aún no. 

Gabriela Kame

sábado, 26 de mayo de 2012

La soñé




Ayer soñé con Diana. La soñé expandida, la soñé desnuda, caminando en medio de las piedras, cerca de la madrugada.

La soñé tranquila, serena, buscando  y buscando-me. Sentí sus manos tomar las mías y me dejé tomar, me dejé llevar.

Ella se acababa de bañar, el calor de ese entonces lo ameritaba, lo justificaba. Estaba en mi cuarto cuando escuche pasos afuera, fue cuando decidí salir a ver que ocurría.

Y la vi.

De lejos, y también de cerca. La vi en medio de la oscuridad y mi cuerpo se alegró, me alegré aún más al recordar que ya se me había acabado la regla.

Seguí deslizándome hacia ella y mis manos sudaban, me había imaginado este encuentro en diferentes versiones durante 2 semanas, que era el tiempo que había transcurrido desde nuestro primer y último encuentro.

Venía con el cuerpo húmedo, de agua del río, húmedo luego de aliviar el calor, húmedo y sediento de mas humedad.

Mi cuerpo estaba seco, pero al verla e imaginar todo lo que quería hacerle y que me hiciera empezó poco a poco a humedecerse, a humedecerme.

Al tenerla frente a mí no quise  decir nada, ella llevó sus dedos a mis labios, los tocó y yo los besé. Me acarició la cara, las mejillas, los ojos y los cerré pues quería sentir el momento. Aún en la oscuridad, con ella me sentía plena y sin miedo, sin temor.

Pegó su cuerpo al mío y sentí sus pechos, su piel y mi humedad se hizo eterna.

M observó. Me observaba con detenimiento, me sonreía y yo absorbía cada detalle de la imagen, de su imagen, del momento.

Ansiaba comerla a besos, probar su lengua, morder sus labios; pero el tiempo se alargaba y también era placentero simplemente ser, simplemente estar.

Me encantó que estuviéramos las dos ahí, sin nadie más, sin miedos, solo las ganas, el placer y nuestros cuerpos compartiéndose.

No dejé de mirarla ni un segundo, mis piernas y mi vientre sentían todo el deseo que se incrementaba en mi interior pero yo solo deseaba verla y sentirla tocándome, tocándonos.

Le acaricié el rostro, me acerqué y le besé el cuello…me quedé ahí un rato, respirando, respirándola.

Ella sonrió entre el cosquilleo y la excitación, me invitó a acompañarla al río, me dijo que quería bañarse de nuevo, pero esta vez conmigo. No dije nada, solo la seguí, tomadas de la mano nos alejamos de mi cuarto, de mi casa. Para ese entonces las palabras no eran necesarias, no hacían falta.

Al llegar al río me ayudó a quitare la ropa, mi pantalón, mi blusa, el brassiere, el calzón. Soltó mi cabello, lo desenredó suavemente, me acaricio la cabeza. Yo la desee.

Me invitó a sentarme en una piedra del río, me dijo que ella quería dejarme caer agua, quería que sintiera como esta recorría suavemente por mi cuerpo. Sonreí, estos momentos me estaban resultando más excitantes y placenteros que el hecho de imaginarme estar entre sus piernas o penetrarla.

Las gotas de agua fueron recorriendo mi cuerpo, mi espalda, mis senos, mis piernas, mi rostro. Al cabo de un rato yo estaba con los ojos cerrados y ella me dijo al oído: ¿Nos vamos?- ¿Adonde? Le pregunté yo pues me acompañaba el deseo de continuar no de que nos separáramos.

Me respondió, no sin antes sonreír- “A mi casa”- y agregó- “tengo unas ganas locas de comerte a besos, morderte los labios y sentir tu lengua mezclarse con la mía”, yo sonreí y ella finalizo diciendo- “entre otras cosas”.

PD. Lo que sigue imagínenselo y me comparten a ver si coincide con lo que ocurrió.

Kame Mayo 2012






jueves, 12 de abril de 2012

Lo que he conocido y no olvido




No hay puerta que no haya tocado
Que no me haya hecho sentir el calor
De los puños,
En ese momento en que se cansan de estar tocando
De estar golpeando
De estar llamando.

No hay manos que haya tocado
Que no me hayan hecho sentir la pasión
Y el odio
La alegría y el llanto
Que se mezcla en la cercanía y en el caos
De cuerpos programados a esperas de un Formatear.

No he conocido cuerpo habitado
Que no me haya mostrado
Las heridas y el espanto
De las herencias sin rostro
Pero con voces profundas
Y con sirenas de luchas,
Que socavan el mundo interior
La mirada perdida
Y el silencio atroz
De nuestras memorias
De nuestros propios espantos
De nuestras propias huellas borradas
Por asunto de reducción.


Kame abril 2012
Dibujo: Gabriela Montiel

domingo, 1 de abril de 2012

Un poco más, no se




Aún con el cuerpo cansado, casi sin energías, al borde del colapso físico, talvez un poco de colapso mental, mi cuerpo siente la necesidad de aferrarse a lo concreto de tu naturaleza.



El agarrarte, ceñirte, balancearme entre mi equilibrio y el tuyo, entre mi punto de partida y tu punto referencia, desde mi sombra y vos desde tus espejos.

Un punto de quiebre, un segundo silencio, sin más solo con una mirada nos invitamos hacia el colapso de nuestros cuerpos/espejo. 

kame 2012

sábado, 24 de marzo de 2012

Mi saliva se secó




Mientras el espacio entre tu boca y la mía Se alargaba, en aquel momento exacto en el que tu ombligo dejo de ser mi punto de arranque y se convirtió en la ventana de mis estallidos, en la puerta de mis malestares y en el eje de mis  males.

Eje que me definió y me define…eje que me condena a seguirte, a esperarte, a desearte sin mas remedio que la ansiedad, sin más  solución que la agonía, sin mas anhelo que vos.

Vos en tu plenitud, en tu esencia, y sin ella. Vos que sin decir nada desarmas una historia…tu boca…trampa, a veces mortal, mi cuerpo que camina desde la redención hacia el final de tu final…cayendo los dos, sin realmente llegar a caer, sin realmente llegar a golpear nuestros cráneos, pero cayendo al fin.

Y en los inicios también caemos, y nos derrumbamos, nos embarramos y en los recesos buscamos como limpiarnos, nos cegamos y nos dejamos cegar…nos invertimos y nos convertimos….nos descubrimos y nos perdemos.

Por las noches el tiempo se detiene y sin más la silueta de la que tanto hablo, a la que tanto pienso, se concretiza. La habitación se amplía y la esquina derecha de la cama es perfecta para una reunión…en el caos, en la desintoxicación…en tus manos, en mi imaginación.


La pata de la cama se quebró pero seguimos en el rebane. 

KAME 2012

viernes, 9 de marzo de 2012

La emperatriz de mi historia sin fin





Ayer conocí
a la emperatriz de mi historia sin fin
Surgió de los trazos del lápiz azul de dibujo
Así, como solo ella lo puede hacer
Con la espontaneidad del viento
Así, como la caricia de un silencio
Con la emotividad de un momento sincero
Sin más, así la conocí.

A esta emperatriz
De mi historia sin fin
La he esperado por más de 20 años
Me he leído cientos de libros buscando su rastro
Su perfume;
He estado alerta a cualquier silueta que provoque
En mi ser y en mi cuerpo
Esa sensación de verme, de  ver
Desde los reflejos de una conciencia plena
Sin espejismos
Sin sed.


La emperatriz  de mi historia sin fin
reposa
En una cama de sabanas amplias
Con una almohada que acaricia su cara y sus senos
Mientras descansa la contengo en mi mirada
La observo relajando sus piernas
La siento respirar aun estando a metros de la cama
Me siento a contemplarla en la silla que da hacia la ventana
Asimilo el momento, brindo por su imagen
Y me quedo.

Kame marzo 2012

martes, 10 de enero de 2012

Aviso




Mis entrañas expulsaron los tóxicos
 acumulados por tu carcelario amor, 
tu candado se quebró, ni una nota te he dejado.

G. H Kame

Estación Incertidumbre





Te interrogo,
Ignorando la magnitud de tu malicia
De tu trampa
De tu mentira.

Me acerco a tu cuerpo,
Marcado por el tiempo
Por el daño
Por el silencio.

Te veo
A través de tu doble intención
Y es cuando entiendo;
debo empezar a correr.


G.H Kame