Los cuadros expuestos
en la Plaza
Contenían el grito
del error
El grito de la ironía
De la repetición
De un pasado vencido
De una historia sin
Redención.
Los cuerpos se
paseaban
En medio de la exposición
Con el alma sedada
Por la fantasía de la
glorificación,
Con el pensamiento
enmudecido
Por el sonido
constante
De una música
De una letra
Que incitaba a
desconectarse
A desenchufar el
sentido
Y a funcionar desde
el limbo
De la seguridad
De la verdad absoluta
Del deseo de eternidad.
La matriz,
Dadora de vida
De la danza de los
olvidos
De la música de los
huecos
De los miedos
coloridos
Transformados en
banderas
Que asfixiaban las
otras esferas;
Se contrajo de dolor
De ansiedad
Y mientras abortaba y vomitaba
La esencia del espejismo,
Las paredes y calles
De la gran Plaza
Anunciaban otra revolución.
G. H Kame
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