Se pasaba las horas viendo la televisión. Se evadía con ella, nervioso, moviéndose continuamente, comiendo continuamente, aunque no engordaba.
Parecía tener adentro una boca insaciable que dijera: "Aliméntame, Aliméntame"...cada una de sus partículas ansiaba...¿Que? los brazos de su madre no le satisfacían, estaban demasiados nerviosos para quedarse en ellos.
Paúl se quedaba repantigado en la televisión, o dando vueltas por la habitación, mirando la pantalla y comiendo, nutriéndose. Eso parecía.
(Extracto del Quinto hijo de Doris Lessing)
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