La cotidianidad y sus payasos,
es el jardín donde crecen las tristezas...
las felices y las que traen penas
en el camino de la simulación.
Los artefactos de la espera
la sala vacía de teoremas,
un mundo con controles
hechos canción.
La rutina de las teclas
las adivinanzas de las esperas,
las mariposas que surgen de una conexión,
es esa una realidad dentro de lo mismo, dentro de los nuevo.
Las espadas del aburrimiento
prometen un poco de acción después de un tiempo,
solo después de un rato,
un ratito,
un silencio,
el tic tac,
el viento que moribundo entra al espacio de la creación.
La mesa
el espacio,
la silla,
mi representación,
las letras mi canto,
la espera,
mi condición.
Los espacios cotidianos muestran las huellas de lo que somos, y las rutinas nos persiguen buscando agotar la recreación de nuestro ser. Nuevo acercamiento, nuevos términos, gracias por compartir tu caminar
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